Errores al aplicar un repelente antimosquitos
Algo tan sencillo cómo usar un repelente antimosquitos, puede suponer un problema en el futuro. Los expertos aseguran que el mejor repelente contra este tipo de molestos enemigos es emplear la ropa adecuada y evitar lugares donde son más comunes. Sin embargo, no siempre es tan sencillo por cuestiones de temperatura, por lo que hay que saber aplicar bien un repelente.
Lo primero que tenemos que hacer es emplearlo con moderación y siempre sobre piel expuesta. Cuando lo hagas, protege ojos y mucosas para no inhalarlo o ingerirlo sin querer. A pesar de su sencillez, año tras año muchas personas siguen cometiendo los mismos fallos a la hora de aplicar sus repelentes de mosquitos. Para que no caigas en ese tipo de acciones, desde Primera Farmacia te enumeramos los estos errores más frecuentes.
Errores comunes para aplicar los repelentes de mosquitos
La moderación no es nuestro fuerte. Por eso, es muy común ver que lo aplicamos a lo loco para aliviar un picor que ya se ha producido. Hay que saber que un repelente de mosquitos no te dará un efecto de alivio, puesto que se usa para prevenir. No por usar una cantidad mayor de producto tendremos un efecto mayor. Lo que debemos saber es la duración del producto para determinar la frecuencia que tenemos que usarlo.
Otro de los errores más comunes es emplearlo directamente en las manos de los niños. Se convierte en un gran riesgo ya que pueden llevárselo a la boca, la nariz o los ojos. Algo que tampoco será efectivo es si lo aplicamos demasiado tarde. Hay que tener en cuenta su uso previo a la exposición (en jardines, playas, piscinas o campos). Más vale tarde que nunca, pero en este caso, es mejor aplicarlo antes.
Ten en cuenta que los repelentes sintéticos no se deben emplear nunca en bebés menores de tres meses. Se pueden aplicar de forma correcta para niños a partir de los 2 o 3 años, o incluso de 1 en determinados productos. Sin embargo, esos repelentes antimosquitos no están recomendados para bebés.
